miércoles, 27 de abril de 2011

Absurdas tristezas (Huelo bien)



Estoy triste. Por nada. Será un hormonazo. O tal vez sea signo de que finalmente estoy embarazada. O no.

Tal vez sea porque hoy me he despertado sin molestias. Absurdo. Sin embargo recuerdo que el último fallo fue así: Molestias los primeros días, sin molestias la segunda semana... las siguientes molestias fueron la menstruación. Aunque ahora vuelvo a tenerlas (atenuadas, eso sí).

En realidad hace días que me asaltan ataques de tristeza-por-que-sí, pero me aplico terapia intensiva de positivismo y suelo poder controlarlos en 5-15 minutos. Aunque hoy me ha costado toda la tarde y un buen puñado de toffees. Deberían haber sido gatos de regaliz, que son (empíricamente demostrado) los mejores antidepresivos que no requieren receta médica (lo dice una adicta al chocolate).

Hablando de cosas apetitosas: ayer entendí mi éxito en los supermercados. Huelo bien. Mi ropa interior huele sexy. Supongo que hay hombres capaces de ir más allá de mi perfume y traspasar su olor hasta llegar al propio de mi cuerpo. Mi edredón, mi pijama, todo aquello que queda fuera del contacto con el aroma CK (maravilloso, por otro lado), huele a pastel caliente y jugoso, y también sigue oliendo a mí. Huelo bien. De pequeña, mi madre me despertaba al nombre de "Bollito, que hueles como un bollo recién horneado" (se me hace "raro" que mi madre aparezca en este párrafo, pero es que la cita es suya). Ahora nadie me despierta. Tampoco sabe nadie cómo huelo por las mañanas. Una lástima. Porque huelo muy bien.

domingo, 24 de abril de 2011

Surrealismo

 

No soy pro ni anti fármacos. Me tomo los medicamentos cuando hay que tomarlos y cumplo sus pautas, aunque suelo preferir prescindir de ellos si no son estrictamente necesarios. Sin embargo últimamente mi vida está plagada de ellos. Parece que voy dejando un rastro tras de mí para poder regresar a casa recogiendo las píldoras del camino... Desde la nevera me saluda en Puregón. En el baño el Menopur, el kit de administración, el Orgalutran, el Microginón... y el Utrogestan, claro, que ahora mismo es omnipresente: baño, salón, bolso. El ácido fólico en la cocina, en mi mesa de la oficina y el bolso (again). Paracetamol en el baño, la cocina y el bolso, aunque este no lo consumo hay que tenerlo a mano por si acaso. Por último, la botella de agua junto a la cama, que no será un medicamento, pero es por prescripción médica. (Si os preguntais qué está haciendo el Utrogestán en el salón... sinceramente, no lo sé.)

Así que en un alarde de razonamiento, voy a pensar que estoy dopada y ellos son la causa de todas las cosas extrañas que me pasan últimamente. Y no hablo de los pechos doloridos, los tirones de ovarios, los mareos injustificados, tristezas repentinas o los olores a evitar (todo eso, ya lo dijimos, es culpa de la progesterona. Ella solita), sino a las siguientes categorías de "expedientes x":

Los sueños. 3 noches han pasado desde la transferencia.
  • Noche 1: sueños erótico-lésbicos ¿? (Siento decepcionaros, no he pasado por la experiencia en la vida consciente).
  • Noche 2: Un banda de asesinos disfrazados de payasos me perseguían para desmembrarme ¿?? (Tampoco está basado en un hecho real).
  • Noche 3: No recuerdo el sueño (casi estoy por agradecerlo) pero me he despertado profundamente triste.
Los hombres. Sucesos (reales) acaecidos en menos de 1 semana:
  • Supermercado 1: Un hombre (desconocido) intenta lamerme la cara cuando paso por su lado en el pasillo de los cafés.
  • Supermercado 2: Un hombre (desconocido) paga antes que yo en la caja y me espera (bolsas en mano) para acompañarme al coche mientras me habla de las calorias diarias y los maratones que ha corrido en su vida.
  • Dia de la implantación: La enfermera al darme las pautas a seguir "no es recomendable mantener relaciones sexuales en al menos 1 semana". Mi respuesta (sonrisita incluída) "eso no es ningún problema". Esa misma noche tuve que rechazarlas.
Juro por Dios que no soy Jessica Alba. Única explicación: emito feronomas a gogó!!!

Mi madre:
  • La ducha: "Cariño, ten cuidado con la ducha". Como una de las recomendaciones médicas es no exponerte a que te suba la temperatura, imagino que se refiere a que no use agua muy caliente, pero pregunto: "¿Por?" "Que no te vayas a caer". "Mamá ¿cuantas veces me he caído en la ducha en mi vida?" "Ninguna, por eso te lo digo" ¿¿¿¿¿¿??????
Mi madre es una persona sensata e inteligente... o lo era hasta que me implantaron los embriones. O lo era yo...

jueves, 21 de abril de 2011

Un día normal


09.15 Suena el despertador. Me toca la progesterona.
09.30 Vuelvo a la cama (es jueves santo) para leer.
10.40 Reviso el correo y las noticias mientras desayuno cereales.
11.00 Recojo mi dormitorio y las mochilas que tengo por el suelo... desde el domingo!!!
11.15 Pongo una lavadora de blanco.
11.25 Preparo el caramelo para una tarta.
11.40 Hago la masa de la tarta de queso.
11.55 Meto la tarta en el horno.
12.05 Pongo el lavavajillas.
12.15 Bajo algunas cosas al trastero.
12.20 Tiendo la lavadora de blanco.
12.30 Pongo una lavadora de color.
12.35 Clasifico, doblo y coloco la ropa.
13.15 Bajo la basura.
13.25 Saco la tarta del horno.
13.30 Tiendo la lavadora de color.
13.40 Salgo de casa hacia la clínica.
13.55 Llego a la clínica.
14.25 Me hacen la transferencia embrionaria. 2 embriones de buena calidad. Los otros 3 quedan en observación para ver si merece la pena congelarlos o no.
14.50 Salgo de la clinica.
15.15 Como en casa de mis padres.
16.00 En el sofá de mis padres, viendo el tenis y una peli. A ratos, coso.
18.00 Cine con mi madre y mi abuela.
20.30 Llego a casa y desmoldo la tarta.
21.00 Chequeo el correo. Llegan ofertas variadas. Mañana cena. Hoy rechazo una cita interesante (órdenes del médico... agh)
22.00 Me preparo la cena. Me siento en el sofá.
23.25 En hora y pico me iré a la cama...

Un día normal... Un día perfecto para empezar una familia.

P.D: Esta imagen SI es mi transferencia embrionaria. :)

martes, 19 de abril de 2011

Los dedos de una mano.

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Ayer tuve mi punción ovárica. 6 óvulos. Poco más de 10 minutos.

En el quirófano me sedaron y se fundió el tiempo. Yo creía oirlo todo pero de pronto estaba ya en la habitación. Una amiga me dice: ¿no te crea la mala sensación de que eres vulnerable, de que pueden hacer contigo lo que quieran? Pero no. Para mí el tiempo que no vivo es un tiempo que no existe.

Luego la espera. Una llamada 24h. después para decir si hay alguno fecundado. 2 días de reposo relativo, uno durmiendo, otro... dolorida, pero a la espera. Otra vez el tiempo. Este ha pasado lento a partir de las 12,30. Ha sido a las 14, que ha sonado el teléfono y (esta vez sí) era la clínica...

De los 6, 1 era inmaduro y no entró en el proceso. Los demás... 5 de 5!! El jueves transferencia. Queda la espera de ver cómo evolucionan. Y también, cómo no, la pregunta del millón: ¿Cuántos transferir: 1 o 2?

P.D. El video NO es de mi punción, evidentemente!!

sábado, 16 de abril de 2011

Sexo o fornicación?

Se supone que el sexo y la reproducción están íntimamente (nunca mejor dicho) unidos... sin embargo cuando te pones a reproducirte, parece que en realidad esa conexión no está tan clara.


Cuando el sexo es únicamente lúdico, los embarazos son el punto de peligro que da una emoción extra, la pimienta. Es la posibilidad de estamparte contra el suelo haciendo puenting o atreverte a mentir con la mano metida en la bocca della verità. También son el terror que paraliza a muchos y la amenaza que frena a otras. Y cuando conscientemente decides ser madre (o padre) el sexo es una opción, pero no siempre la mejor, ni siquiera la más efectiva... y desde luego no la única. Me refiero, evidentemente, al tipo de sexo que provoca la risa, el escándalo, el morbo.

Nunca me he acostado con alguien intentando ser madre, asi que no puedo hablar del tema, pero los que sí lo han hecho, y no han tenido suerte a la primera, te hablan de coitos programados, temperaturas basales, posturas preferentes y "cigarrillo" con las piernas en alto. Eso NO es sexo. Pero el fin justifica los medios.

O tal vez sí lo sea, tal vez ese sea el único sexo, como me dijeron unas testigos de Jehová que intentaron convertirme en la puerta de mi casa hace unos años: "El sexo que no busca la reproducción es fornicación." (Un "pues entonces soy una fornicadora" logró apartarlas de mi puerta unos cuantos meses).

Las parejas que pasan por un proceso de fertilidad en clínica, también hablan de las abstinencias para mejorar el recuento de espermatozoides, los reposos y los calendarios a cumplir. Lo que no te cuentan es que estar sola es, sin duda alguna, en este caso una desventaja. Las estimulaciones (ováricas) se llaman así por algo... Tu cuerpo se prepara, a lo bestia, para ser fecundado y pone toda su atención en ello. Es el momento de pedirle al cerebro un esfuerzo extra, explicarle que la violación sigue siendo delito aunque seas mujer y la ejerzas sobre un hombre, o varios...

viernes, 15 de abril de 2011

¿Y las máquinas?


Ya he confesado en alguna ocasión que estoy rendida a los pies de mi médico ¿cierto? Pues hoy, sin ir más lejos, he renovado mis votos.

Es un hombre seco, con apretón de manos firme (una sola sacudida) y gafas de niño estudioso. Sus comentarios son breves y precisos, si bien está dispuesto a responder cualquier pregunta por básica o absurda que sea. A veces, cuando me gustaría ver en su cara más entusiasmo que la media sonrisa que casi siempre luce, tengo tentaciones de desengancharme. Entonces le imagino con cejas oscuras, orejas puntiagudas y una camiseta azul ceñida, en una conveción de Star Trek y se me vuelve a enternecer el corazón.

Pero es sin duda alguna su ironía, la que es capaz de hacerme temblar hasta las pestañas.

Ayer comencé una nueva medicación, con jeringas precargadas, que deben inyectarse en el muslo. "Introducir la aguja intramuscular y comprobar su correcta posición, tirando levemente del émbolo. Si entra sangre, está en un vaso sanguíneo. No inyectar la medicación. Retirar la aguja, limpiar la zona y volver a intentar con una nueva jeringa" (sí, claro, a unos 30 el pinchazo voy a jugar a ensayo y error). No, no apareció sangre, pero había retirado poco el émbolo y tras inyectarmela me emparanoié sobre si había metido aire en una vena o medicación en el flujo sanguíneo. Me llamé tonta un par de veces y pude olvidarme del tema.

En la cita de esta mañana se lo he contado a mi médico, entre risas, y he añadido: 

- Siempre leo los prospectos de los fármacos.

- ¿Y los de las máquinas que tienes en casa?

He querido responderle: "Sólo el de la espada láser", pero no sé si es un trekkie agresivo.

P.D. Juro que el libro de la izquierda realmente existe...

martes, 12 de abril de 2011

Con 8 basta.



Pues ahí estamos de nuevo. Con las agujas, el Puregon en la nevera y las gasas con alcohol. Aunque esta vez le sumamos el Menopur, la jeringa clásica (nada de tonterías de bolis de inyección) y la aguja de transferir medicaciones "de bote a bote y pincho porque me toca".

Es lo que tiene el in vitro, que te chutas hasta la lejía. Empecé a pincharme el mismo día que terminé el cuadro de punto de cruz de la foto. Lo sé, no parezco de las que hacen punto de cruz, pero sí. ¡¡Estoy llena de sorpresas!! J

Este cuadro es una de esas cosas que tienes por casa para “por si un dia”. Hace años, en un viaje a Inglaterra, encontré un cuadrito de este tipo y me encantó para un cuarto de niños. Lo compré. Luego trafiqué con él en la oficina (la secta “futuras mamás” es un tema a tratar en otra entrada. Y su extensión yasoymadre 2.0, también). Ha estado en el trastero varios años pero, por algún motivo, mi cabeza decidió no olvidarlo y hace unos meses me puse a ello. Ya voy por el tercero.

No quiero comprar nada para el bebé por si no llegara a haberlo pero reconozco que, camuflado de “y si no, sirve para otro cuarto”, ya he picado un par de veces.

Prometo intentar no ser madre antes de tiempo... aunque ahora mismo tengo 8 posibilidades engordando en mis ovarios.

viernes, 8 de abril de 2011

Babel

Ayer estuve en la clínica, esperando que el maxiperiodo de marzo hubiera funcionado como se esperaba de las sanguijuelas que aplicaban los doctores antiguamente: limpiando la mala sangre y dejando el cuerpo preparado para una nueva.

En la sala de espera, sentados frente a mí, había una pareja que destacaba sobre las demás. Un hombre y una mujer, serios, casi adustos. Ella iba vestida de negro riguroso con falda larga, jersey y zapatillas de deporte, también negras. Él llevaba un sombrero de ala corta (lo juro), pantalones y camisa pardos. Un bigote fino sobre su labio oscuro. Creo que es mi imaginación la que le pone un chaleco a juego. Hablaban un idioma que creí identificar como rumano, pero que bien podría ser cualquier otro.


Y es cuando te sorprende verles allí, sentados, con su carpetita con el logo apoyada sobre las piernas al igual que todos los demás, que te percatas de que, otra vez, te han pillado con los tópicos y los prejuicios activados.

No sé si peco de ingenua, pero voy por la vida dándome de bruces con obviedades en las que no había caído. Exactamente eso fue lo que me pasó cuando sobre los 27 o 28 años me di cuenta de que no necesitaba un hombre a mi lado para ser madre. No me han educado según unos parámetros que requirieran el matrimonio/pareja para ningún aspecto de mi vida. Se me suponía, eso sí, pero por habitual no por obligatorio.

Y así es como he caído en otra obviedad en la que no había pensado ¿Por qué no podría una pareja gitana hacer todo lo científicamente posible por ser padres cuando la naturaleza por sí misma no ayuda? El coste es, sin duda, uno de los temas que mantiene a mucha gente lejos de estos procesos. Pero también las creencias, no sólo religiosas sino éticas y morales, así como los miedos, vergüenzas y pudores. Hace años conocí a una musulmana de visita por Madrid. Fuimos a cenar y quise evitar el jamón, por respeto a ella, pero alguien lo pidió y ella no le hizo ascos: "No soy practicante". Estoy rodeada de católicos no practicantes... ¿por qué las demás religiones no iban a tenerlos?

No me hubiera sorprendido ver una pareja homosexual en la clínica, aunque no ha sido el caso. Su necesidad de esperma es evidente, como la mía, pero además les suponemos unos valores menos tradicionales, lo que también es un prejuicio.

Imagino a Yerma sentada en la sala de espera, con su carpetita con el logo sobre las piernas. Con un final feliz o no. Tal vez con el mismo que le dejó Lorca, pero con unas cuantas escenas más, gracias a la ciencia, a base de nuevas esperanzas y oportunidades.

lunes, 4 de abril de 2011

El sueño de la razón produce monstruos

-"Cuando mi hijo ande no tendré las energías de las madres jóvenes para seguirle el ritmo. Cuando sea adolescente yo seré demasiado mayor, un salto grande para entendernos" -me dice alguien que aún no es madre.

La dejo seguir hablando. Escucho sin intervenir porque entiendo lo que dice y teme.

-"Me arrepiento de no haberlo sido joven"                                                                             Discrepo pero sigo escuchando. El proceso de elegir ser m  adre exige un tiempo que varía en cada persona y situación. Yo necesité mucho estando sola. A veces es aún más difícil decidirlo cuando son dos los que opinan.                                                                                     -"Nunca seré tan buena madre como mis amigas jóvenes."
Entonces ya no me callo: "Si eso es lo que piensas, no los tengas".

He sido dura. Pero se necesita demasiada confianza como para empezar cojeando. Ya vendrán las dudas.

Luego he vuelto al silencio. Esta vez me he callado que todo monstruo tienen su origen en una realidad.