miércoles, 24 de septiembre de 2014

Menos angustia, igual deseo

"No lo hagas sólo por Gerard" fue el consejo de mi madre hace unas semanas, cuando empecé de nuevo con este proceso.

Yo estaba bastante desanimada por temas laborales y económicos, pero mi madre no iba desencaminada. Quería otro hijo/a, cierto, pero mi mayor motivación era el hecho de que Gerard tuviera un hermano/a. Es una relación única, para bien o para mal.

Ya soy madre, eso lo podemos sacar de la ecuación. Por eso, lograrlo en esta ocasión tiene un punto menos de ansiedad. Puedo, lo he hecho y lo hago bien*. Si esta vez no sucede, perderé cosas, pero no todo. No hay Plan B. No me planteo ya la adopción, como sí lo hacía antes de Gerard. En realidad, A.G. la adopción era el Plan A. Sólo pasó a ser el B por cuestiones de tiempo biológico.

Esta vez hay menos presión.

Sin embargo, desde que me implantaron a Semillita, y de manera creciente, quiero quiero quiero que vaya adelante. Quiero que se haya quedado conmigo. Quiero que tenga latido. Quiero que se mueva. Quiero ver ecografías y pasar por un parto. Quiero tenerlo/a en mis brazos. Y sí, quiero que Gerard tenga un hermano/a, pero no sólo quiero eso.

Semillita es un deseo, no una necesidad.

1 comentario:

  1. ¡Queremos que se quede contigo! ¡Queremos que tenga latido! ¡Queremos ver ecografías! ¡Queremos que lo tengas en tus brazos! :)

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