Por mucho que lo peleemos, nuestro trabajo queda resentido por la maternidad. No más que por una enfermedad, lo sé, pero aunque mis primeras semanas estén siendo complicadas y que en los documentos de mi baja laboral lo ponga, me niego a llamarme enferma.
Sin embargo, me siento culpable por el trabajo que no estoy cumplinedo a nivel profesional.
Por eso, porque mi trabajo es siempre un tema que me importa más allá del aspecto económico, le agradezco tanto el comentario a la compañera que me sustituye en un proyecto:
- NADIE más puede hacer lo que tú estás haciendo tumbada en ese sofá. Para eso eres imprescindible. En todo lo demás, otros podemos suplir tu ausencia hasta que regreses.
Y tendrás a la niña..
ResponderEliminarY trabajarás ocho horas mínimo..
Y leerás en tu tiempo libre (de nueve a once) y parecerá que puedas con todo
hasta que..
tengas un "siroco" distinto a los habituales y entonces quizás asumas que sí que algo sí que se resiente.
Sr. loquesea