Siempre he sido más de puzzles que de muñecas. Me gustaban los clicks y los legos. Adoraba mi Nancy, pero no recuerdo haber jugado mucho a cambiarle los vestidos, hacerle peinados ni nada parecido. Mi interés por la ropa me llegó bastante tarde, bien cumplidos los 30 (de eso puede dar fe mi madre). No es que antes fuera desastrada, pero no era algo que me hiciera especial ilusión (sisalvo los zapatos!!)
A mí me gustaba más todo aquello que se "construyera", ya fuera física o intelectualmente. Los rompecabezas y las historias. Incluso recuerdo que durante un tiempo vendieron unos vestidos para la Nancy que había que terminar de confeccionar: recortarlos y coserlos. Yo era pequeña y coser tampoco me gustaba, pero mi abuela nos compró un juego a cada nieta y recuerdo disfrutar viendo cómo se "montaba" cada prenda.
Cuando en el cole tuve que aprender sobre circuitos y resistencias, mi padre trajo una placa, un soldador, alambre de estaño, una bombilla y multiples resistencias. Cuando estudiaba el cuerpo humano, mi madre trajo un corazón y unos pulmones de cordero por los que metimos bolis y soplamos.

