No me he tomado este mes por voluntad propia, sino por exigencias de guión (laboral). Un mes entero sin fechas "fértiles". No hay agujas. Tampoco autoanálisis al minuto. Las esperanzas, que existen, son otras.
Un paso atrás para poner perspectiva, e incluso olvido, y darte cuenta que podrías vivir sin ello. Han sido días de libertad. Pero esa no es tu elección.
Por eso fijas una nueva cita nada más llegar a casa y mientras, metes prisa (esta vez sí) a tu periodo para poner de nuevo toda la "sangre" en el asador.
Recemos porque no salgan morcillas.
Es curioso como siendo objetivamente mejor no complicarse la vida, no podemos dejar de hacerlo.
ResponderEliminarLa Sra. Roper con el pelo a medio cardar
Sra. Roper, deje el cepillo, que imagino a Rose temblando... (Nosfe se salva por el bórex y la dextrina)
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