-"Cuando mi hijo ande no tendré las energías de las madres jóvenes para seguirle el ritmo. Cuando sea adolescente yo seré demasiado mayor, un salto grande para entendernos" -me dice alguien que aún no es madre.
La dejo seguir hablando. Escucho sin intervenir porque entiendo lo que dice y teme.
-"Me arrepiento de no haberlo sido joven" Discrepo pero sigo escuchando. El proceso de elegir ser m adre exige un tiempo que varía en cada persona y situación. Yo necesité mucho estando sola. A veces es aún más difícil decidirlo cuando son dos los que opinan. -"Nunca seré tan buena madre como mis amigas jóvenes."
Entonces ya no me callo: "Si eso es lo que piensas, no los tengas".
He sido dura. Pero se necesita demasiada confianza como para empezar cojeando. Ya vendrán las dudas.
Luego he vuelto al silencio. Esta vez me he callado que todo monstruo tienen su origen en una realidad.
Las buenas madres no son joóvenes ni viejas, son buenas. Pero no seas tan dura, todo el mundo tiene derecho a dudar en voz alta.
ResponderEliminarBesos anónimos,
Ya lo he avisado: he sido dura. Las dudas son parte del proceso. Me preocupaba más la convicción... y buscaba que reaccionase. :)
ResponderEliminarGracias "besos anónimos"